Las Empresas, fundamentales herramientas para la concreción de las políticas económicas, están dirigidas por
hombres, por lo cual mejorar la calidad de vida de las personas es una
necesidad fundamental para su desarrollo.
Tenemos la convicción de que los beneficiarios de
la sinergia economía-empresa deberían ser todos los seres humanos y la
naturaleza toda. Ofrecemos un testimonio concreto de que
esta intención pudo concretarse al construir dos edificios y un
desarrollo urbano en ejecución en el Gran Buenos Aires, con un concepto
basado en valores. Además,
un entrenamiento que posibilite a cada individuo materializarlo en su propio quehacer cotidiano.
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