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La desigualdad social y una posible solución: la educación en valores humanos por
Ciro Gabriel Avruj Candidato
a Legislador de la Ciudad de Buenos Aires por el PRO. Elecciones 2003 En esta presentación trataré de hacer un breve esbozo
sobre la realidad política de mi país, la Argentina, y me enfocaré en los
temas específicos en los que vengo trabajando desde hace años: la integración
y los valores. Creo que el país saldrá adelante sólo cuando la gran cantidad
de excluidos o marginados que el sistema hoy provoca, tengan la posibilidad de
ser escuchados y partícipes de la vida en sociedad. A primera vista el informe es desalentador, pero
existen indicios y razones para avizorar un futuro mejor para todos. Los números
fríos no contemplan la inmensa potencialidad humana de crear abundancia y soñar
un mañana diferente. Los programas económicos y modelos culturales-sociales
implementados y seguidos durante las últimas décadas facilitaron la decadencia
y colaboraron en provocar la fragmentación que se percibe. Pero es la educación
(o des-educación) lo que ocasionó el mayor colapso ya que es la raíz
originadora de las acciones siguientes. Estamos ante la
gran posibilidad de generar un cambio. En
diferente medida siempre fue el Estado quien principalmente se ocupó de
intentar paliar estos hechos. Se implementaron políticas y medidas
aparentemente salvadoras diseñadas por técnicos especialistas, con poco éxito
por cierto. Muchas veces las propuestas resultaron tenues, otras resistidas y
otras equivocaron el rumbo o directamente ignoraron la verdadera raíz del
problema. Se encararon programas de asistencialismo, leyes burocráticas,
acciones que mejoraban un aspecto del problema pero perjudicaban otros, hechos
de corrupción, etc.. Más recientemente se sumó un sector, llamado tercero o
social, formado por ciudadanos conscientes de los problemas para intentar
abastecer las áreas en que el Estado no fue eficiente y para saciar cierta sed
de servicio. Podría mencionar muchos índices que aparentemente
trazan un indicativo de la realidad Argentina y por qué estamos como estamos. Dos terceras partes de la población viven en la
pobreza. El
desempleo ronda los niveles más altos de la historia: 17% según cálculos
oficiales y aún más si se considerara la subocupación o el empleo precario.
Justamente, al crear falsos indicadores a través de los programas de ilusoria
ayuda social se fomenta en los “beneficiarios” la pereza y la consiguiente
sensación de indignidad de sí mismos que conspira contra el fortalecimiento
del capital social y la autoestima. Las
personas con algún tipo de discapacidad que no gozan de una equiparación de
oportunidades ronda el 10% de la población, la deserción escolar de niños
podría llegar al 60% solo en la Provincia de Buenos Aires y en el interior (sin
cifras oficiales) sería aún mayor, muchos niños viven en las calles sin
esperanzas, los niveles de violencia juvenil y familiar son cada vez más
alarmantes, el medio ambiente degradado, etc., etc. En suma, todos estos
indicadores nos muestran que las cosas no están bien y que es impostergable un
cambio. La
escuela, que es el lugar de formación y transformación donde se incorporan los
conocimientos fundamentales para el desarrollo del hombre en sociedad, siempre
se preocupó por formar a los habitantes para intentar ganarse la vida. Todos
los programas educativos formales estuvieron encaminados a la mera impartición
de conceptos técnicos tendientes a lograr en el futuro profesional una actitud
de maximización de los recursos con un mínimo costo, a la correcta
administración de la escasez y a
ver al hombre como un factor de producción limitado. A partir de esto, la
ciencia tuvo un desarrollo espectacular que hizo más cómoda y compleja la vida
en sociedad. También se vislumbran avances científicos y tecnológicos que
facilitan las condiciones de vida para algunos grupos privilegiados que alcanzan
a disfrutar los beneficios que el mercado provee y otros marginados por la
pobreza que la globalización provoca. Esta
visión reducida y estática de la realidad intentó estandarizar a los seres
humanos como si se tratase únicamente de máquinas pensantes, ignorando la
integralidad del ser y la riqueza de sus capacidades magníficas de crear
abundancia. Así
se fomentó un sistema de “sálvese quien pueda”, donde mucha gente fue
quedando marginada o aislada por no poder acceder a ciertos niveles de vida
privilegiados, generándose exclusión y violencia. Por un lado los afortunados
que alcanzan a aprovechar las maravillas de la ciencia y por el otro una mayoría
desahuciada y desprotegida. Además se generó en todos y cada uno, una
tendencia a la insatisfacción y a la desesperanza. El
sistema olvidó que el
verdadero rol de la educación debe ser formar personas para la vida.
Ciudadanos responsables del crecimiento armónico del mundo y de la calidad de
vida de la sociedad en su conjunto. Personas íntegras, coherentes, virtuosas y
felices. Pensamientos
limitantes y una visión fragmentada del mundo generó nuestra realidad, y
parafraseando a Albert Einstein podemos decir que:
“pensando distinto es posible construir un mundo distinto“.
La
Argentina, a partir de los hechos de diciembre de 2001, comenzó a despertar y a
pensar que debe haber alternativas al sistema de crecimiento económico
inescrupuloso a costa de desigualdad y decadencia social. El surgimiento
exponencial de la solidaridad y el rol de las ONGs puede ser el factor que cree
la diferencia. Esto,
acompañado de mejoras radicales en los modelos educativos, podría hacernos
imaginar a largo plazo una realidad más humana. Existen organizaciones que
trabajan en este camino y creo que uno puede elegir de qué lado ubicarse.
Particularmente conozco experiencias de trabajo aplicadas en algunos lugares con
resultado exitoso. En
las últimas décadas el país experimentó un crecimiento en lo económico
aunque no sustentable en lo ético, y es en la moral donde debiera descansar
todo el andamiaje en que se forma la infraestructura social. Por eso, debemos
trabajar en hacer crecer la conciencia a todo nivel. Con
una fuerte formación en valores éticos y solidarios, sumado a la preparación
técnica necesaria, tendremos equidad en la distribución de los recursos y
mayor dignidad individual. En
el presente ensayo quise enfocarme donde considero se encuentra el mayor de los
problemas que debe enfrentar la Argentina para renacer como país y convertirse
en la gran nación que anhelamos. Me parece que es también el deseo de la mayoría
de los ciudadanos, por lo que sueño y trabajo para verlo plasmado en hechos.
La política es un medio que bien utilizado puede ser
una excelente herramienta para transformar la realidad. Es por eso que decidí
involucrarme y participar también desde este ámbito. Trataré de llevar mi
vocación de servicio y experiencia en ONGs a la arena pública. Desde el sector social y privado realicé numerosas
campañas exitosas: denuncié mediante mecanismos legales hechos que conspiran
contra el fortalecimiento del capital social: ausencia de rampas, subtes
inaccesibles, falta de acceso a la información pública, etc. Participé del
diseño y la construcción del primer edificio privado de Latinoamérica
totalmente concebido para el libre uso de todas las personas (transformado en
modelo paradigmático). Mediante varias gestiones, conseguimos la colocación de
ascensores en estaciones de subterráneo. Pude exponer sobre una nueva
conciencia integradora ante miles de ciudadanos (en su mayoría jóvenes). Estas
acciones beneficiaron a varios cientos de personas. Hoy me lanzo a la política partidaria y me presento
desde el PRO -Partido para una República con Oportunidades-. Una agrupación
nueva, integrada principalmente por jóvenes profesionales con ganas de
transformar la Argentina en un país moderno y con valores. Estoy comprometido a trabajar por los mismos ideales en
que vengo desarrollando mi actividad desde hace años: la equiparación de
oportunidades, la educación en valores y la integración de las personas en una
sociedad justa y para todos. En realidad, todo se basa en planificar qué país
queremos. Por eso, centro mi propuesta en la educación y los valores. Creo que
esta filosofía coincide plenamente con los lineamientos del partido: generar
una República con Oportunidades para Todos. Quiero destacar que en estos temas ya vengo trabajando
desde hace varios años y puedo contar, además de mis propios conocimientos y
experiencia, con equipos técnicos y colaboradores. Este es un esfuerzo de todos
y para todos, por lo que los invito a acompañarnos. Hemos conformado un gran
equipo. Nuestra primera elección será el 24 de agosto de 2003
en la Ciudad de Buenos Aires con la lista 205. Algunas propuestas:
La sociedad madura es un reflejo de como ésta fue
formada. O sea que la instrucción que se adquiere en la escuela sienta las
bases para el modelo de hombre y sociedad al que se aspira. A través de
los años, el sistema educativo privilegió muy especialmente la
racionalidad y el pensamiento lógico, desoyendo la integralidad del ser. Propongo un cambio en el sistema de enseñanza en
las escuelas desde los niveles más básicos y transversal a todas las materias.
La
nueva currícula educativa, entonces, integraría los conocimientos de las
nuevas tecnologías de la era de la información con las verdades universales
eternas (valores como amor, compasión,
verdad, etc.). Los nuevos programas intentarían formar personas íntegras,
hacia adentro y hacia fuera. De esta manera, los estudiantes que se formen en
valores estarán mucho mejor preparados que hoy para enfrentar los desafíos de
la globalización y ser los creadores de la vida que deseen llevar. Podrán
exponer con coraje sus pensamientos y proyectos, a la vez que podrán tener una
vida digna, moral, satisfecha y podrán sentirse partícipes de los cambios
sociales hacia el bien común. Este es un trabajo coordinado e interrelacionado
no solo con los alumnos, sino especialmente con los maestros, que deben
transformarse en ejemplos.
Este
punto se encuentra estrechamente ligado al anterior, ya que la base de todo
proyecto a largo plazo está en la educación primaria. Capacitar
a los niños en distintas formas creativas que nos demuestren la interrelación
que todos tenemos y la múltiple inter-dependencia. A través de programas de
concientización, mostrar la riqueza de distintas culturas y habilidades de las
que una persona con discapacidad es capaz. Desde
el Estado, instrumentar políticas para que las desventajas que hoy existen
hacia diferentes grupos marginados se diluyan.
Mientras
no exista suficiente conciencia, velar por el estricto cumplimiento de las Leyes
Nacionales, principalmente la 22.431, la 24.314 y sus modificaciones. Estas son
leyes de protección integral de las personas con discapacidad que de cumplirse
plenamente favorecerán la equiparación de oportunidades. La posibilidad de que
este sector, calculado en un 10% de la sociedad, tenga la potencialidad de
desempeñarse normalmente y en igualdad generará muchos beneficios: económicos,
productivos y principalmente humanos. Y si al mencionado porcentaje lo
contabilizáramos junto al entorno o grupo familiar que influye, estaríamos
hablando de una cantidad de gente muy importante. 4.
Sugerir ante quienes corresponda para la subtitulación de los programas
de televisión a fin de hacerlos accesibles a personas sordas (Close Caption) Las
personas sordas se encuentran, en muchos casos, imposibilitadas de ser partícipes
de la normal vida en sociedad. Aún los medios públicos de comunicación,
probablemente por ignorancia, cierran sus canales a que más personas tengan la
posibilidad de informarse o distraerse. Esta tecnología ya se encuentra
disponible y es solo una cuestión de buena voluntad su implementación en los
medios argentinos.
Actualmente
existen varios proyectos, impulsados por diversos sectores de la sociedad
argentina, que buscan eficientizar y transparentar el sistema democrático
nacional. Promover las denominadas Leyes de Mayo. Las
medidas contemplan:
Entre los múltiples e importantes temas de la realidad
nacional y que el PRO intentará dar respuesta, yo elegí enfocarme donde creo
están mis mayores fortalezas. Tomaré para cerrar una frase de quien a mi
modesto entender fue el político más importante del siglo XX y uno de mis
mayores inspiradores, el Mahatma Gandhi: "Mañana
tal vez tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y decirles que
fuimos derrotados..., pero no podremos mirarlos a los ojos y decirles que viven
así porque no nos animamos a pelear..." El presente texto, lo utilicé en mi lanzamiento político en las
elecciones en la Ciudad de Buenos Aires realizadas en 2003. e-mail: gavruj@visionintegral.com.ar web: http://profiles.takingitglobal.org/gavruj
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